Fuerza. Destreza. Potencia. Velocidad. Visión. Respeto. Oido. Ligereza. El águila es el rey de los cielos, quizá por eso sea uno de mis animales favoritos.
Eso mismo debieron pensar en la antigua China, en un viejo templo Shaolin, cuando observaron las enormes aptitudes de este bello animal. Estos monjes idearon unas técnicas de Kung Fu a las que denominaron garra del águila.
Generación tras generación el conocimiento de este noble arte fue cayendo en manos de diferentes maestros cuyo punto común era el amor hacia el ave que dominaba los cielos.
La última en esa estirpe de valerosos guerreros es Lily Lau, cuya sabiduria intentó transmitirme.