Estaba en el monumento a Washington. Una enorme cantidad de gente se arremolinaba alrededor del obelisco esperando su turno para subir en el ascensor. Nos habían dado unos tickets con una hora determinada y dábamos una vuelta por el National Mall de la capital americana mientras nos llegaba el momento de ascender. Y caminando por ese enorme parque me pregunté, ¿será cierto todo lo que he leído sobre este lugar?
Entre otras cosas había escuchado teorías sobre la concepción de la ciudad por un grupo de personas con unos conocimientos secretos, había leído datos extraños, extravagantes. Había visto documentales que decían que incluso el mítico tesoro de los templarios había pasado por allí de camino a algún lugar recóndito del planeta.
¿Verdad o mentira?
Todo el mundo ha oído hablar de la Wikipedia, incluso seguramente muchos de vosotros hayais buscado alguna curiosidad en su base de datos. ¿Cuándo empezó la guerra de los 100 años?¿en que año nació Babe Ruth?¿qué es la hypnerotomachia?
Un sinfín de preguntas que tienen respuesta en esta macro enciclopedia. Pero, ¿nos podemos fiar de lo que cuenta? Cualquiera puede variar su contenido. Un pirado podría poner que Juan Carlos I es el rey de Siam y seguramente en algún lugar de la Tierra alguien se lo creería. Hasta los propios creadores y responsables de Wikipedia te piden que consultes otras fuentes para verificar datos. Se ha demostrado que el FBI, la CIA, un montón de gobiernos, el MI6, empresas importantes como Macdonalds o Coca Cola...todos ellos han variado la información que de ellos o de terceras personas se cuenta en la enciclopedia online por excelencia.
Y cuando lees algo me pregunto, ¿verdad o mentira?
Cuando encontraron a Bin Laden en su refugio no había certeza absoluta de que fuera él. No entraron antes para preguntar, ni siquiera hubo fotografías que pudieran corroborar que era él y no otro árabe con turbante el que pululaba por esa casa. Soplos y confidencias de tipos de dudosa credibilidad, gente con la soga al cuello en muchos casos, gente que vendería su alma si les dieran algo por ella dijeron que se encontraba en ese palacete en la afueras de una ciudad paquistaní.
Y cuando acabaron con él, si es que era él, los yanquis contaron que el cuerpo había desaparecido para siempre. Que el cadaver lo habían tirado al mar en un lugar indeterminado. Esto hubo mucha gente que lo creyó posible, incluso algún millonario con ganas de gastarse parte de su fortuna y con mucho tiempo libre emprendió una búsqueda para hallar el cuerpo, vete tu a saber para que fin. Un tiempo más tarde, salió a la luz un documento que decía que a Osama se lo habían llevado por aire, un helicóptero lo habría llevado supuestamente a territorio americano. Muerto eso si.
Algún funcionario con los bolsillos llenos, un hacker que fisgó demasiado, un soplón en contra del gobierno, quien sabe como salió a la luz ese documento. Puede que todo sea una cortina de humo y que aún siga vivo en algún zulo de Wisconsin, en medio de la nada. Hay teorías para todos los gustos y yo tengo la duda. ¿Será verdad o mentira?
Ahora está en todos los periódicos deportivos. Neymar es jugador del Barça. Hace un año más o menos que se sabía que iría allí pero no podían hacerlo oficial. De todas formas, una delegación del Barcelona marchó a Brasil hace un tiempo con un cheque en uno de los maletines negros que la gente trajeada siempre lleva de la mano. ¿Para quien era ese cheque? Para el papá de Neymar, querían asegurarse que no habría tentaciones de otros clubes y comprar la fidelidad del jugador brasileño y de su familia. Diez millones de euros era la cifra puesta en ese cheque. Impresionante número. Ahora, una vez hecho oficial y ya habiendo vestido la camiseta azulgrana en la presentación ante los medios, el padre en una entrevista dijo que no había cheque. Todo había sido un mentira pertrechada por ciertos periodistas. ¿Verdad o mentira?
Vivimos en un mundo en el que ya no sabemos que creer. Las cosas se adornan de cierta forma, esconden la verdad entre tantas mentiras, que es imposible saber que hay de cierto en una noticia o en cualquier afirmación que leamos por ahí.
Y esto me toca de alguna manera.
Una chica hace poco tiempo me dijo. Rubén tu no eres real, no existes. No puede haber tíos así. Al principio me quedé sorprendido. Me dije, ¿por qué duda de mi? No tengo porque mentir, en realidad muchas de las cosas que digo a los pocos días me arrepiento por si he sido demasiado sincero. Es difícil, y más ahora, tocar ciertos temas. Antes me leía uno ahora me leen diez. No obstante le transmití mi incredulidad ante esa afirmación. ¿Por qué crees que no soy real? Eres demasiado honesto, demasiado sincero, demasiado sensible, demasiado romántico....demasiado.
Por supuesto. En un mundo en el que todo tiene un doble fondo, una cara oculta, un lado oscuro, no te puedes fiar de alguien que cuenta su vida porque sí. Siempre tendemos a pensar que hay un motivo extraño en todo esto.
Quizá los que han leído sólo la última etapa de mi vida piensen que soy romántico, o sincero. Muy sentimental. Y es así. Quizá ahora hablo más del amor, de príncipes y princesas. Supongo que es la etapa en la que estoy ahora. Hace unos meses andaba por el blog contando mis escarceos con el mundo subterráneo. El pozo profundo en el que me encontraba era mi tema principal, y me regodeaba ante mi desdicha.
Sigo triste. Muchos días la cabeza tira hacia temas más melancólicos. Pero ahora veo abrirse las nubes en la primavera madrileña. El futuro es incierto. Pero la mentalidad es de querer encontrar de nuevo el amor. De ahí mi romanticismo de ahora.
La verdad es que no se sí hay muchos tíos como yo. Espero no ser el último de los mohicanos.
Y anoche al meterme en la cama busqué una canción. De una cinta que compré con doce o trece años. Una canción que me hizo sonreír. Rick Astley y su "Never gonna give you up". No lo voy a negar, me descojoné viendo el bailoteo de
Rick en el video. Y me hizo preguntarme, ¿en serio con doce años yo cantaba esta canción y bailaba como el pelirrojo? ¿Seré real o una mentira?
Puede que el día que tuve el accidente con el coche a principios de Marzo yo quedara maltrecho y esté en una cama de hospital y como Amenabar hizo con Eduardo Noriega en "Abre los ojos" todo sea algo imaginado, implantado en mi memoria. En ese caso Rubén sería un invento, las fantasías de una científica que busca cualidades en los hombres desaparecidas hace tiempo. Por ello me ha convertido en un ser irreal. Sus anhelos y deseos introducidos en el tubo de ensayo que es mi mente. Quizá la pelirroja con la que soñé el otro dia es ella misma, que se metió en mi sueño para tener una velada pasional. Para verificar que el experimento va bien.
¿Es todo verdad o es mentira?
Abre los ojos......
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